sábado, 1 de mayo de 2010

MI MAMA ME MIMA

Hice un bollo y tiré al costado de mi cama la última servilleta de papel. La última del segundo rollo de servilletas de papel. El tiempo entre estornudo y estornudo no parecía aumentar sino todo lo contrario. En el oído izquierdo sólo podía escuchar el zumbar de un enjambre de moscas africanas. Sentía mi cabeza crecer hasta alcanzar el tamaño de un zeppelín y de mi nariz habían dejado de salir mocos para ya salir manadas de focas, haitianos, un equipo completo de basketball y una orquesta de cuerdas con todo y sus instrumentos.

La fiebre iba y venía. Me alegraba a los 37 grados. Me mareaba a los 39. Creo que me desmayé a los 40.

Vía Chat le pasé el parte médico a mi madre. Creo que porque siempre temo morir y que me encuentren descompuesto. No se el motivo. Coquetería, tal vez.

Discutimos como no podía ser de otra forma. Ella insistía con llamar al médico. Yo insistía con que no confío en la medicina occidental. Ella me pregunta que necesito. Y yo respondo que nada. Pero digo que tengo hambre. Que tengo frío. Que estoy sucio.

La fiebre me impide distinguir un escobillón de un elefante violeta alado revoloteando por mi casa. Por eso demoré más de lo normal en distinguir entre el sonido del timbre y una alucinación. Mi madre toca timbre porque no tiene llaves. Y es el único momento en el que detesto que así sea. Pero como se que es el único, no voy a darle un juego.

Alega haber pasado sólo porque estaba cerca. En la mano izquierda una bolsa contiene aproximadamente el 50% de los artículos que se pueden encontrar en una panadería. Una panadería que frecuento. Cuando entra se queja del olor. Se ríe con algo de indignación.

Mirando y olfateando mi casa dice no explicarse como no me enfermé antes. Y me manda a bañar. Y yo voy. Y cuando salgo me acuesto en una cama recién hecha. Y me duermo. Y cuando me despierto mi casa huele a limpio. Y alucino estrellitas en el piso. Y en la mesa. Y en el mármol de la cocina. Y como facturas en la cama. Y me siento idiota. Y un completo inútil. Pero feliz.


No hay comentarios:

Publicar un comentario