domingo, 4 de abril de 2010

EL MUNDO CONSPIRA PARA VOLVERME INSENSIBLE

La lista de las cosas que se pueden hablar con alguien a quien querés mucho, hace bastante tiempo que no ves y compartís una plena confianza, es interminable. Es un chico con el que me puedo sacar los zapatos y tranquilamente hablar por horas. Y eso hacemos cada vez q llega al país. Y cada vez que se va lo extraño. Sobre todo porque no usa Internet. Y es una ignorancia que le envidio.

Ya no nos quedaba tema por ahondar. Ni cerveza por abrir. Ni comida. Pero no quería que se vaya. Ni él quería irse. Haciendo uso de mi confianza le pregunté por su pene. Si había cambiado en algo su vida luego de la operación de fimosis. Se rió por la pregunta. También lo hice yo. Luego se le fue la mirada. Creo que por la cerveza.

Habló de una primera etapa de mucho dolor. De ardor. De una falta de dominio. Y concluyó su relato con una consecuencia un tanto nefasta. Pérdida de sensibilidad. ¿Acaso era un pene el responsable de demostrar la teoría que vengo practicando hace años?

Cuando mi madre me habla de sus innumerables problemas siempre le pregunto porqué los tiene. Siempre es la misma respuesta. Porque es sensible. Y yo no entiendo porque soy insensible.

No soy insensible. Soy selecto. Elijo lo que me afecta. En la mayoría de los casos. Cuando puedo. Sensibilidad selectiva.

¿Y si somos como un pene? ¿Si realmente tenemos una sensibilidad limitada que necesitamos fraccionar a lo largo de lo que dure nuestra vida? Es la hipersensibilidad lo que nos vuelve insensibles en el largo plazo. Rocas. Seres sin escrúpulos capaces de caer en la bajeza absoluta. Y por eso cuido mi sensibilidad. No la derrocho. Por eso es que vivo atrincherado adentro de un prepucio.

2 comentarios:

  1. wow, ser selecto es un trabajo de años, de lucha contigo mismo para no caer en la soledad. y tambien envidio a tu amigo por no usar internet.

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  2. Sensibilidad selectiva. Una utopía. Todas las emociones están autodeterminadas, son repúblicas independientes de nosotros: de lo que hablamos, de lo que decimos creer, de lo que actuamos.
    Ahora bien, un pene con poca o nula sensibilidad, es de lo más triste que me puedo imaginar. Como un terrible desahucio para un hombre.
    Saludos Ernesto y gracias por compartir tus escritos.

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