domingo, 18 de abril de 2010

SADISMO VIA CHAT

Contaba con el tiempo justo para ponerme los pantalones. Ni un minuto más. Debía correr a encontrarme con mi padre que volvía de la cancha. Para cenar. No es estricto con la puntualidad, pero yo tenía mucha hambre.

Un sonido estridente y gracioso. Irritante a la vez. Una ventanita que titilaba entre un gris y un naranja. R. necesitaba decirme algo antes que yo salga de mi casa, y leí su mensaje (corregí la gramática porque no tolero leer errores):

R. dice:
¿Tenés que bajar? Porque necesitaría unas empanaditas…

Ernest dice:
Ah bueno, pero AH BUENO.

R. dice:
Pero no tengo ganas de ir hasta la rotisería.

Ernest dice:
No tenés el más mínimo vestigio de cara. ¿Vos me estas pidiendo que te compre comida y te la lleve a tu casa o estoy entendiendo mal?

R. dice:
La idea es la que sigue: Bajas, las encargas y les pasas mi dirección.

Ernest dice:
Ah, menos mal, sólo querés que te las compre y te las haga mandar, pensé que estabas pidiendo algo desubicado.

R. dice:
Tengo el teléfono, ¿lo vas a hacer o llamo?

Ernest dice:
NO

R. dice:
No ¿qué? ¿NO LLAMO O NO LO HACES?

Ernest dice:
¡Pedí vos tus empanadas!

R. dice:
OK, GRACIAS POR TU HOSPITALIDAD. Ahora llamo. ¿Ya te vas a comer?

Ernest dice:
Si. Asado. Porque como asado.

R. dice:
Cerrado. Ahora me quedo sin comer… la.

Ernest dice:
No me conmoves.

R. dice:
Ahora voy a llamar a otra.

Ernest dice:
Pedí sushi.

R. dice:
¡Ja! Mariconadas no. Voy a comprarme unas empanadas por acá. NO ME QUERIA CAMBIAR Y BAJAR E INTERACTUAR FACE TO FACE CON NADIE.
BYE

Ernest dice:
Chau. Ojala esté todo cerrado y te quedes sin comer.

R. aparece como desconectado. Recibirá sus mensajes la próxima vez que inicie sesión. Pero a mi me encantaría saber ahora si leyó mi última línea.


No hay comentarios:

Publicar un comentario