viernes, 26 de marzo de 2010

EL ROMANTICISMO SEGUN UNA CHICA A LUNARES

En los últimos meses definí enloquecer como “carecer de la habilidad de ocupar el tiempo”. De esa definición se desprendía que mi urgencia por conseguir trabajo no estaba estrictamente vinculada a mi falta de liquidez. Por eso acepté cuando me llamo para que le instalase el aire acondicionado. Trabajo que no iría a cobrar. Aunque ella hubiese querido pagármelo.

No tenía puesto el vestido a lunares negros por el que la recordaré el resto de mi vida. El calor la había obligado a usar un short de jean extremadamente corto y una musculosa que había doblado por la mitad. Mostrando por completo su abdomen. Imperfecto. Real. Sexy.

Terminé a las siete de la tarde. Insistió invitarme con una cerveza. Y maní. Y empanadas chinas que su marido no había querido llevarse al trabajo.

A la tercera cerveza me empezó a hablar. Creo que de su vida. Y dijo la frase que todo hombre quiere escuchar de la boca de una mujer: “Odio el romanticismo”.

Cito textual: “No creo en las fechas. Me molestan. No quiero que tengas que pensar en que regalarme. Necesito que lo sepas. Cualquier día. En cualquier momento. Porque sí. Por el mero hecho de que sabes que es lo que necesito y me va a hacer feliz. Y odio las flores. Y los peluches”.

Sacando el hecho de que era obvio que había recibido un regalo inapropiado o un ramo de flores de peluche, me encantó su definición del romanticismo. Desestresada. Completamente desligada de lo cursi. De los clichés. Y no pude evitar imaginarla con el vestido blanco a lunares negros. Y el pelo suelto. Mirándome de la misma forma en que lo estaba haciendo.


2 comentarios:

  1. "Necesito que lo sepas. Cualquier día. En cualquier momento. Porque sí." en todo de acuerdo, asi vivo ....hay que ser siempre un poco improbable

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  2. "Necesito que lo sepas. Cualquier día. En cualquier momento. Porque sí." Sacado de contexto parece una invitación... ;)

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