lunes, 22 de marzo de 2010

SI TIENE PICO DE PATO, PUEDE LLEGAR A SER UN CAMELLO

Frialdad y egoísmo son dos características básicas de la personalidad de R. No actitudes personales para conmigo. Rasgos de su personalidad. Para con todos. Sean amigos, enemigos o transeúntes efímeros. Es así.

Intento fijar ese concepto mientras medito el tema de la charla con R. Charla que dado su carácter unilateral podría considerarse una declaración. ¿Alguna vez ganó quien apuesta una a mil? ¿Puede realmente algo ser lo que no parece? ¿Pueden estas características de R. hacer tan poco evidente que en realidad siente por mí lo mismo que yo siento?

Siempre me jacté de saber interpretar a las personas. De conocerlas de forma de jamás esperar más ni menos de lo que pueden dar. Así logré que cuando alguien de quien esperaba cualquier cosa me lanzó un hacha en llamas, ésta me atravesase sin siquiera despeinarme el flequillo. Por otra parte sufrí la mayor decepción en la vida por parte de alguien en quien había depositado toda mi confianza y amor.

Ví dos familias enfrentarse a la misma situación. A los mismos dilemas. Con los mismos recursos. Vi a cada una de esas familias reaccionar en la forma en que pensé reaccionaría la contraria. Perdí al apostar a la solidaridad contra el desamor. Perdí al apostar a mentiras e intolerancia contra la supresión total de las diferencias individuales. Perdí toda mi fortuna por creer tener la fija.

Sigo meditando. Mi papá me dijo siempre que si tiene pico, patas y cola de pato es un pato. Casi siempre lo es. Puede no serlo. R. es un enigma y si bien temo averiguarlo, me gustaría saber si es o no es. Un pato.


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